- Confía en su propio criterio, sin sentirse culpable, incluso cuando es cuestionado por otras personas.
- No se deja manipular por otras personas.
- No se considera ni inferior ni superior a las otras personas.
- Está dispuesto a defender sus ideas y valores.
- Está dispuesto a pedir ayuda cuando lo necesita.
- Es capaz de disfrutar de actividades, trabajo, conversaciones…
- Respeta las opiniones de las otras personas aunque no comparta sus ideas-
- Reconoce y acepta de sí mismo diferentes emociones y sentimientos, positivos y negativos y los expresa.